Ha sido donado por un grupo de hermanos de la Archicofradía y fue presentado ayer en las redes sociales de la corporación cofrade
Redacción, 18.01.2020
Una nueva ilusión llega a la estancias de la Archicofradía del “Pobre” y la Esperanza, un nuevo proyecto que viene a afianzar aún más la imagen y estampa dieciochesca de este nazareno veleño.
La imagen que tallara Domingo Sánchez Mesa tendrá nueva cruz procesional, cuyo diseño ha sido realizado por Francisco Naranjo Beltrán y que trae consigo echar una mirada a la historia para seguir el camino trazado desde hace a
Esta nueva cruz se inspira en la llamada “Cruz del Cordero”, la cual ostentó la imagen del nazareno “El Pobre” siglos pasados y que actualmente se encuentra, tras su proceso de restauración, en las dependencias del MVVEL (Museo de Vélez-Málaga) para ser de nuevo puesta en su capilla cuando esta se restaure.
A continuación, ponemos la propuesta que realiza Francisco Naranjo y así ha votado a favor la actual Junta de Gobierno de la Archicofradía:
Propone una obra que mantiene, al igual que en la original, un doble remate en los bordes, el mas exterior dorado y el interior plateado que con ligeras variaciones entre ellos, enmarcan toda la cruz. Entre esos remates en toda la superficie exterior se distribuyen espejos cortados en láminas de pocos centímetros como apreciamos en las fotografías originales. Se ha optado por colorear toda la superficie interior de la cruz en color verde, haciendo una referencia directa a la simbología de la Vera+Cruz. Sobre la superficie coloreada unas rocallas talladas y doradas, formas decorativas típicas del siglo XVIII, se repiten en la estructura horizontal y vertical de la cruz. Estas forma crean unos espacios ovalados que en la cruz original estaban ocupados con espejos pintados con decoración vegetal. Francisco Beltrán propone una modificación formal sobre el original, que estáticamente daría una imagen parecida al original, pero que aporta valor creativo. Consiste en la sustitución de los espejos pintados por cavidades que a modo de relicario delimiten un espacio con u cristal en la parte superior, conteniendo en su interior elementos de la pasión de Jesús realizados en plata y rodeados en el interior del “relicario” por flores de talco. Las rocallas dejan entre ellas espacios, que se han diseñado en metal plateado, y que al igual que en la cruz original representarían los símbolos de las doce tribus de Israel. Así en la simbología de la cruz, que es el elemento principal de la pasión de Cristo se acompaña del resto de los elementos de la pasión, dando el sentido de que la pasión, muerte y resurrección de Jesús son el elemento fundamental de nuestra fe. Pero siempre partiendo del pacto de Dios con los hombres en el Antiguo Testamento, como se simboliza en la representación de las 12 tribus de Israel.
Texto realizado por Gustavo Mesa, Tte Hno Mayor Pobre y Esperanza